22 de abril de 2013

La hora de Diego López

 
El momento de Diego López   

La carrera deportiva de D.López dibuja formas caprichosas y está marcada por una serie de reencuentros. Llegó a Madrid a los 18 años, con ese aire desubicado que transmiten los niños demasiado altos. “Nadie se explica cómo pude salir de un pueblo escondido de Lugo y llegar donde estoy”, dijo en una ocasión,su pueblo natural es Concello de Paradela. En esto, D.López es un poco como Iniesta.
La primera vez que se cruzó con Iker Casillas, D.López estaba a su sombra, pese a medir 11 centímetros más que el mostoleño. Jugó dos partidos de liga en sus tres primeras temporadas en el Real Madrid. López llegó a mostrar una resignación generacional: “Ojalá hubiese nacido antes o después de Iker”, dijo en el año 2009; Era una resignación del mismo tipo que aquella que sentía Bugno: “En el pelotón somos 180 ciclistas y un extraterrestre”, dijo el italiano refiriéndose a Induráin.
Pese a ello, Manuel Amieiro, quien le entrenó en su primera etapa madridista, recuerda que D.López se quedaba a trabajar una hora y media más que el resto: “Siempre tuvo un gran tesón y mucho espíritu de sacrificio”, dice Amieiro.
Los 196 centímetros de D.López llegaron más alto que nunca durante su paso por el Villarreal, pese a empezar como suplente del uruguayo Viera.
Llegó a ser convocado por Del Bosque. “No voy a entrar en detalles de por qué viene Diego y no Palop”, dijo ese día el seleccionador. D.López pasaba a ocupar la plaza de Palop, y era la primera vez que sus caminos se cruzaban.
El Mundial pasó de largo para él, ya que Víctor Valdés ocupó la plaza de tercer portero en Sudáfrica. Pero Diego tuvo unas palabras de reconocimiento para Casillas, siempre Iker: “Me alegro por todos los miembros de la selección, pero por Iker más que por cualquier otro porque ha sido muy criticado, se le ha tratado injustamente. Demuestra día a día que es el mejor.
El Villarreal cayó a segunda, pero D.López encontró acomodo en la portería de un Sevilla, entrenado por Michel. En un extraño movimiento circular, volvía a encontrarse con Andrés Palop, pero en este caso, el veterano portero le ganó la partida. La inseguridad que mostró D.López en su nuevo equipo le hizo perder la titularidad en tan solo dos partidos.
Parecía que su temporada iba a ser un calvario hasta que, a 550 kilómetros de Sevilla, Arbeloa le partió un hueso a Casillas. Ese mismo día, D.López jugaba un partido de Copa ante el Zaragoza, y difícilmente podía imaginar que el Real Madrid lo reclutaría de nuevo.
En la primera rueda de prensa tras su regreso, el portero soltó muchos tópicos, pero también dijo: “El fútbol es el momento, el día a día, y en eso todos tenemos que estar alerta”. Sea por las razones que sea, D.López ahora vive su momento, aquel que estuvo esperando y que en 2009 parecía casi descartado, cuando hablaba en pasado: “Es evidente que me hubiese gustado jugar en el Real Madrid”. Cuando le preguntaron a Diego López cuál había sido su mejor momento como deportista, respondió que fue su primera convocatoria con el Real Madrid, “cuando salté a calentar a Iker”. Y resulta que ahora es Iker quien le calienta a él.

No hay comentarios:

Publicar un comentario