Hoy toca baloncesto

La superioridad del Real Madrid ante el Maccabi ha sido tal que una nueva victoria por 57-69 propició el 3-0 en esta eliminatoria. Por tanto, el R.Madrid se metió en la Final Four por la puerta grande. Destrozaron a su rival y volverán a pelear por segunda vez en los tres últimos años por el título de la Euroliga a mediados de mayo en Londres, habrá ocasión de resarcirse de su anterior participación. Su rival en semifinales saldrá del cruce entre Panathinaikos y Barcelona. Como en los partidos anteriores, la defensa del Madrid hizo la mitad del trabajo, la otra mitad la facilitó una pésima actuación del Maccabi, que ha jugado mal toda la serie. No han competido nunca. Ojo, esto no significa desmerecer a los de Laso, ni restar mérito a la facilidad con la que han solventado esta eliminatoria. El R.Madrid empezó bien y tuvo pequeñas ventajas en el primer cuarto y al inicio del segundo. La pena eran sus malos porcentajes en tiro, tanto de dos como de tres en este tramo, y eso que varios rebotes ofensivos le dieron segundas opciones. En defensa trabajaba bien, salvo para parar las continuaciones de James, que anotaba siempre bajo el aro o con mates. Un triple acercó al Maccabi a pesar de no prodigarse desde la linea del triple, aún así, hubo igualdad hasta el descanso (30-33).

Ambos entrenadores habían usado quintetos inusuales, y prescindieron de jugadores que suelen ser claves jugando menos de lo habitual. Finalmente, en el tercer cuarto, el equipo local se puso por delante con cuatro puntos, pero los blancos reaccionaron bien con un parcial de 10-0, que incluyó un triple de Rudy tras cinco intentos fallados. Se entró en el último cuarto con una ventaja de ocho puntos, y sólo quedaba rematar la faena, es decir, confirmar la superioridad madridista. Un nuevo triple de Rudy elevó la diferencia a trece, ya para casi sentenciar el partido. La séptima diana de esta segunda parte desde la línea de 3 puntos, obra de Sergio Rodríguez, cerró prácticamente el triunfo a cinco minutos de la conclusión, dejando a los macabeos anonadados y jugando una penosa recta final. Carroll fue el mejor, secundado por Llull y Sergio Rodríguez.