20 de agosto de 2022

El adiós de 'Casemiro'


  Desde que se ha hecho oficial la salida de Casemiro rumbo al Manchester United, el futbolista brasileño no ha parado de recibir elogios. Muchos han sido los compañeros que han utilizado las redes sociales para despedirse públicamente, como Kroos y Modric, los otros componentes del llamado 'Trio d las Bermudas' o 'Los tres magníficos'. pero también ha recibido piropos de los lugares más insospechados.

 

 

 

  El último ha llegado desde Barcelona. Allí, en la rueda de prensa previa al partido frente a la Real Sociedad, Xavi Hernández ha dirigido unas palabras hacia el nuevo fichaje del Manchester United: "Casemiro es un futbolista que ha marcado una etapa en fútbol europeo, en el Madrid. Han fichado para suplirlo pero es una baja importante para ellos. Ha ganado muchas cosas y ha sido fundamental en la última década. Pierden una pieza importante".

  

 

  La situación en la que se encuentra el Real Madrid tras dejar marchar a un jugador de talla mundial como Casemiro, es compleja pero bastante rica desde dos puntos de vista. Conseguir vender en 72 +13 millones, a un jugador que ya tiene una edad donde hay que activar los planes, podría ser una operación digna de aplaudir, pero también podría ser una operación bastante arriesgada por lo que se pierde en el terreno de juego, un jugador muy completo, que gana partidos y finales.

 Casemiro se marcha del Real Madrid con un palmarés de impresión. 5 Champions, 3 Ligas, 1 Copa del Rey, 3 Mundiales de Clubes, 3 Supercopas de Europa y 3 de España. El último de esos títulos, el pasado día 10 en Helsinki, se proclamó supercampeón europeo y su gran papel contra el Eintracht le valió el premio a MVP de esa final.

 






11 de agosto de 2022

'Supercampeones y Reyes d Europa'

 

 El Real Madrid, acostumbrado ya a que jugar y ganar una final sean la misma cosa. Tocó en la Supercopa d Europa, título que inicia un curso más que ilusionante para las huestes de Ancelotti, que aspiran a la conquista de media docena de copas. Veremos. El camino empezó en Helsinki y ante un Eintrach voluntarioso, sí, pero inferior también. La versión veraniega madridista, al ralentí, fue suficiente para levantar su primer trofeo.

 No es Ancelotti entrenador dado a revoluciones en la pizarra y comenzó el partido con su once ya conocido de pretorianos. Los mismos de siempre, un año más sabios y más viejos. Así, el partido comenzó despacito, el Madrid movía el balón de un lado a otro buscando rendijas en el blindaje alemán, mientras, su rival quería plantarse ante Courtois a la mayor brevedad posible, tres o cuatro toques, y ya. Apenas lo logró.

 El duelo se desperezó poco antes del cuarto de hora, con dos ocasiones destinadas a gol. Primero fue el turno de Kamada, solo ante Courtois tras una veloz combinación del Eintracht. Para su infortunio, de nuevo el belga ejerció de milagrero, desviando su disparo. Lo mismo haría Tuta cuatro minutos después en el otro área, cuando medio estadio cantaba ya como gol un tiro de Vinícius casi a puerta vacía.

 A falta de más ocasiones, el equipo blanco fue masticando la final, consciente de su papel de dominador y asumiendo el monopolio del balón con paciencia, que ya llegaría el momento para marcar. Siempre llega. Modric y Kroos fueron entrando en el partido, Casemiro y Militao se multiplicaron y Benzema abandonó su isla en la punta del ataque. Y el atasco en el centro del campo se disolvió. La segunda oportunidad para marcar llegó en el minuto 37 y fue la definitiva: Karim se elevó sobre dos rivales y a su cabezazo fuera de meta lo resucitó Casemiro con otro al centro del área. Allí estaba Alaba para enviar el balón a la red. El gol había llegado casi por incercia, pues el dominio madridista era abrumador y se acrecentó hasta el final de la primera parte, con un Eintracht descompuesto. Que no encajara más goles hasta el descanso fue un alivio para la huesta germana.

 El argumento no cambió tras el descanso, con un Madrid dominando plácido y el Eintracht de regreso a su auténtica personalidad, al ataque y sin complejos, sin preocuparse por el agujero que dejara a su espalda. Lo aprovechó Casemiro al cuarto de hora, estrellando contra el larguero un buen disparo con su zurda. La historia volvió entonces a repetirse, el campeón de la Champions falló la primera oportunidad pero no la segunda. Vinícius tomó la autopista de la banda izquierda para alcanzar el borde del área y poner el balón al punto de penalti, donde Karim ya se había desmarcado con un pequeño pasito hacia atrás: su irregular disparo lo convirtió en gol el infortunado meta Kevin Trapp.

 Con 2-0 y el trabajo ya hecho, el Madrid no cambió un ápice, optando por guardar el balón para evitar sustos mayores, mientras Ancelotti comenzaba a mover el banquillo, dando la alternativa a Tchouaméni y Rudiger, las dos nuevas piezas de una armadura que sigue resistiendo el paso del tiempo, reluciente en los partidos importantes. Ayer, el inofensivo Eintracht apenas fue rival en la decimocuarta final que gana el Real Madrid de las últimas quince.