2 de julio de 2013

Ancelotti, ilusionando al madridismo

 Ancelotti tiene bastante trabajo por hacer en el Real Madrid, el flamante nuevo entrenador tiene la dificultosa labor de unir nuevamente a una afición dividida desde la llegada de Mourinho. Se ha abierto una brecha entre los madridistas difícil de unir, mourinhistas contra casillistas, aunque cuando entre la pelotita serán todos de “Carletto”. El técnico italiano llega con la confianza que le da su trayectoria como entrenador, y si a eso añadimos que Zidane le acompañará en el banquillo, tenemos lo que necesita el Real Madrid. Además en su presentación se ha sentido bien y ha demostrado que es ambicioso, quiere que su equipo juegue brillante, porqué el mejor equipo del Mundo debe hacerlo así siempre. La presencia y las formas de hablar son muy diferentes, Ancelotti se parece mucho a la forma de ser del Sr. Marqués, algo que recuperará el señorío y el prestigio del club en toda Europa. Además de ser un técnico al que le gusta hablar con sus jugadores, aunque no se casa con nadie, pues ya dijo que quiere ver a Kaká antes de opinar sobre él. Las cosas han comenzado a cambiar en la casa blanca, es algo que hacia falta, pues tanto la entidad, como la afición, se merecen volver por sus fueros.
 

 Visiblemente emocionado, sintiéndose el centro de la mirada del madridismo, Ancelotti, a duras penas podía contener la emoción. Me llamó la atención el hecho en sí, el verle con el corazón estremecido en una amalgama de sensaciones, durante su presentación, tratándose como se trata, de alguien que ha tenido emociones como entrenador y jugador en instituciones de gran prestigio. Pero el Real Madrid es otra cosa. Sigue siéndolo. Queremos ver en Ancelotti calma y sosiego para un lugar que produce fuego ululante; ganarse el consenso en un club de tan ingente complejidad resulta imposible, pero al menos el italiano cuenta con la confianza plena del Presidente. Se trata, de una apuesta personal de Florentino. Este dato no es modo alguno baladí, cuando hablamos de un club presidencialista: al presidente de turno siempre le costará más poner fin a una creencia personal. Ahora sólo falta ver cómo resuelve el nuevo técnico los debates pendientes. Según dijo, no parece ver en Modric un nuevo Pirlo, pues el croata necesita más campo para desarrollar sus capacidades (al contrario que el juventino, quien permanece más como vértice en el mediocampo). De Íker Casillas habló en términos elogiosos. Tengo el pálpito de que en relación con el portero, vamos a tener que hacer uso de aquella verdad suprema que formuló un cristiano en la Siria del siglo VI: "Condena el pecado y perdona al pecador".


 Tampoco es que toque el cielo, la herencia de Mourinho, no es la que recibe Guardiola de Heynckes en el Bayern. La situación en Concha Espina es más negra; habrá muchos frentes abiertos y de índole diferente. Pensar, escoger y confiar. No le queda otra. Por ejemplo: ¿Coentrao o Marcelo? ¿Benzema, Morata, Jesé u otro? Dividir culpas, méritos y minutos no funcionaría ahora. El Real necesita protagonistas, porque Mourinho se ha ido y Ancelotti tiene que llenar su hueco. Y sus cracks necesitan protagonismo, porque llevan tres años en la sombra y la vida del jugador se acaba pronto. La solución única al doble conflicto es clara: los elegidos, sean quienes sean, deben ser los rostros de la derrota o la victoria. Del éxito o el fracaso. Deben sentir el derecho a fallar y la obligación de darlo todo. Lo de la competencia perfecta es muy bonito y meritocrático. ¿Cómo lo ordenará? ¿cuál será su sistema en el Madrid? Creo sinceramente, que ni él mismo lo sabe. El tiempo nos lo dirá.

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