Siempre habrá voces discrepantes que piensen que una renovación no debe hacerse por lo que un jugador ha dado, sino por lo que va a dar. 'Lo que va a dar Cristiano tiene pinta de que va a ser menos, mucho menos que lo que él acostumbraba hasta ahora. Se trata de un jugador especial, distinto. No va a aceptar nunca un rol secundario, y tampoco uno en el que él no sea el actor principal. Este equipo es cada vez más el de Bale y menos el suyo, y va a ser difícil que lo asuma. No va a admitir que se le cambie como a cualquier otro jugador, porque él no es cualquier jugador. Y su rendimiento ya no es el de un futbolista imprescindible, el de uno que no deba rotar e incluso quedarse de vez en cuando en el banquillo. Y va a ir a menos, salvo sorpresa, con el paso de los años. El asunto puede acabar mal en cuanto un entrenador, Zidane o el que corresponda, decida que ya no está para ser titular. O que debe ser cambiado con relativa frecuencia. No lo va a admitir, ni a asumir. Ese va a ser el gran problema. Lo único bueno de esta renovación es que, en caso de descontento del luso ante su situación (que llegará, no lo duden), siempre se le podrá traspasar y sacar una buena millonada, porque siempre va a tener un cartel espectacular, sus incontables goles le avalan'.
Así piensan los que NO están de acuerdo con su renovación; pues será el tiempo, quien dará o quitará razones.
Teniendo en cuenta la intención de CR7 de decir adiós al fútbol de élite en el R.Madrid, podría darse el caso de que el nuevo contrato incluya alguna cláusula de renovación automática por objetivos. Ése es uno de los puntos que el jugador y el presidente blanco habrán tratado cara a cara. En ese sentido la sintonía entre las partes es total, así que no parece extraño que a partir de la temporada 2020-21 las renovaciones de Cristiano se produzcan de forma automática en cuanto cumpla determinados objetivos.
CR7, después de renovar con el Real Madrid, firma con Nike un contrato vitalicio. Es la imagen del deportista total de la marca. Y sus éxitos de este año han provocado hoy una mejora 'estratosférica' de sus ganancias. Ganador de la Eurocopa con Portugal, de la Champions con el Real Madrid, aspirante al Balón de Oro y al trofeo The Best de la FIFA, favorito para conquistar el Mundial de Clubes el 18 de diciembre, el luso es la imagen futbolística más importante del año. Y la renovación con su club por cinco años ha sido el remate del mejor año profesional de su vida. Quizá también de su mejor año como persona, al ver a su madre tan feliz. Nike se sube a esta realidad y aumenta sus emolumentos para consolidar a Ronaldo como imagen universal de la marca. Nike quiere hacer de CR7 el Michael Jordan de su imagen. Su nuevo acuerdo económico 'le sitúa por encima de la mayoría de las estrellas de la NBA y a la altura de Michael Jordan'.
En 1984 Jordan firmó un contrato de exclusividad con la marca Nike que lo convertía en un icono mundial. Cristiano es su relevo desde 2003 como primera apuesta de la empresa norteamericana.
Para Nike, Ronaldo 'es indudablemente un símbolo de este deporte. Trasciende el mundo del fútbol, es el deportista más famoso del mundo y también el más popular en las redes sociales'. Esa trascendencia sobre lo deportivo le hace ser 'el deportista del siglo XXI, igual que Jordan lo fue del siglo XX'. Lo dijo Butragueño: 'Cristiano es el atleta del siglo XXI'. Y tenía razón.
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