El Manchester City arrolla al Real Madrid y se clasifica para la final de la Champions League. Vaya por
delante que el único madridista que se salvó de la calamidad colectiva
protagonizada por el Madrid en Manchester es Courtois. Si con él en
portería, a su equipo le metieron cuatro, es mejor no pensar qué
habría ocurrido sin las tres ocasiones claras de gol que sacó a Haaland.
A partir de ahí, la derrota denigrante y con estrépito que sufrió el
todavía campeón en el Etihad merece un análisis.
Se verterán ríos de tinta y se emplearán muchas horas de radio para debatir sobre lo ocurrido en Manchester. La conclusión es unánime: un equipo arrasó a otro que no exisitió. La pregunta es ¿tanta diferencia hay entre el City y el Madrid? Obviamente, a los británicos les salió todo redondo (respaldados por la seguridad que sienten en casa) y a los españoles nada, pero el planteamiento, de salida, fue timorato y erróneo. Nada más pitar el árbitro el comienzo regalaron el balón al City, igual que en el Bernabéu, confiando en la solidez de la defensa, en que el centro del campo tapase huecos para evitar pases filtrados y en Courtois, por supuesto. La idea era intentar robar algún balón y correr pero ni robaron ni corrieron. Una impotencia dañina les consumía por dentro mientras veían la pelota circular de lado a lado y a los impresionantes centrocampistas rivales, técnicamente exquisistos, encontrar los huecos para filtrar pases entre líneas.
Si ésa era la idea, lo ideal habría sido reforzar el centro del campo con un jugador más (Ceballos, Tchouameni,..)
para plantar algo más de cara a un rival imponente. Tener a tres
futbolistas arriba, cuando sabes que apenas les llegarán balones, no tiene
mucho sentido. Seguro que Ancelotti estudió bien el partido, pero el mediocampo citizen se comió al del Madrid de principio a fin. Kroos, Modric y Valverde parecían novatos de Tercera RFEF persiguiendo el balón sin llegar nunca
a él. Es muy posible que reforzando la parcela ancha el Madrid también
hubiera perdido el partido, pero, al menos, habría opuesto más
resistencia, y seguramente habría creado alguna ocasión más fruto de
alguna recuperación.
Consumado el desastre, cabe preguntarse ¿Y ahora qué? Pues ahora
comienza el periodo de reconstrucción. El City le ha enseñado al Madrid
dónde está el listón del equipo más top y la obligación de los blancos
es intentar llegar a ese nivel. Florentino confirmó a Ancelotti
para el próximo curso, pero ya sabemos que el fútbol es muy cambiante, y
las decisiones que se toman también. La mayoría de los jugadores le
respaldan y gran parte de la afición está de su lado, pero ser arrollados
por el Barça en LaLiga, y eliminados con deshonor por el Citty, hará
pensar a la cúpula blanca. La idea inicial es que continúe, pero se
analizará su continuidad, por ver si es el hombre adecuado para seguir al frente
del proyecto, y se estudiarán posibles sustitutos.
En cuanto al equipo, parece que llegará Bellingham (si no se marca otro
Mbappé), jugador estratégico que dotará de energía y dinamismo a un
centro del campo que necesita una transición dulce. Se espera un paso
delante de Tchouameni, fichaje de 80 millones, decepcionante salvo en
sus primeros meses. Con ellos dos más Valverde (desaparecido en
Manchester) y Camavinga, como centrocampista, el futuro parece
garantizado aunque no se descarta alguna otra llegada. Brahim, estrella
del Milán, también tiene apalabrada su vuelta, y Fran García será una
pieza a utilizar en el lateral izquierdo.
Se busca también un lateral derecho, porque ni Carvajal, ni Lucas Vázquez,
ni Odriozola, convencen del todo. A pesar de ello, no es un refuerzo
prioritario. Lo que sí es necesario es un 9 goleador. Benzema
ha protagonizado un desplome brutal de la temporada pasada a esta. No
es ni la sombra de lo que fue. No se puede dar a Karim por acabado bajo
ningún concepto, pero hasta que Endrick (16) pueda llegar y alcance
velocidad de crucero para demostrar que puede ser el delantero centro
del Real Madrid, hará falta buscar un recambio.
En esa tarea, la de recomponer un equipo que ha ganado Copa, Supercopa
de Europa y Mundial de Clubs, pero no ha tenido una buena temporada,
está inmerso desde hace tiempo Juni Calafat,
jefe de captación, junto a su equipo de trabajo, y José Ángel Sánchez
como ejecutivo principal del club. Los pasos que se den serán vitales de
cara a un futuro que, a día de hoy, resulta incierto para el 14 veces Campeón de Europa.