29 de mayo de 2022

'X + 🏆🏆🏆🏆'

 


La cuenta pendiente saldada de un portero que gana finales como Courtois, protagonista de una exhibición en el Stade de France con nueve paradas que frenaron a un Liverpool poderoso y fue castigado en el único disparo a puerta del Real Madrid, en la coronación de Vinícius, que dio la decimocuarta al 'Rey de Europa' tras un nuevo ejercicio de supervivencia. La 'Champions' de las remontadas imposibles, la magnitud de un equipo que no juega finales, las gana, la desafió un Liverpool que abrumó con su dominio, y llevó al Real Madrid al límite para firmar una nueva gesta. El regreso al trono cuatro años después con Ancelotti firmando un regreso inolvidable. El técnico más laureado con su cuarta conquista, la quinta de una generación que ya es leyenda.

  No hay milagros en el fútbol aunque en ocasiones sea imposible explicar ciertos acontecimientos, normalmente teñidos de blanco. Agotó el Madrid el cupo hasta la final. El factor fortuna, sumado a una casta y ADN único, que tuvo de cara en las tres remontadas para la historia, parecía ponerse en su contra en una acción que marcó el duelo. El gol de Benzema tras el asedio. El momento en el que el jugador de la 'Champions' exhibía el acierto rematador que le faltó al Liverpool en el primer acto para asestar un directo a la autoestima del rival. El VAR salvó al Liverpool. Con cuatro minutos para decidir si la posición era legal o no. Una acción de interpretación que decidieron desde una sala y no el colegiado a centímetros en el momento en el que, tras el recorte de Benzema en la primera llegada de peligro madridista, la lucha de Valverde provocó que tocase el balón, la jugada se trabase y fuese Fabinho el que acababa dando un pase de gol a Karim. Un balón rebotado. Una decisión que condiciona una final. Salvo cuando la juega el Real Madrid. Hasta esa acción, los de Ancelotti habían sido atropellados. Nadie habría creído que el equipo descansado vestía de blanco. El Liverpool anuló sus virtudes con presión alta. Le encerró en su terreno, le obligó a jugar en largo por pura impotencia. Sin encontrar referentes en salida de balón, asfixiado ante las continuas pérdidas. Tan superado como en París ante el PSG, frente al Chelsea en el Bernabéu o en el Etihad. Con Valverde sufriendo pegado al costado derecho y Vinícius en inferioridad física ante Konaté en cada balón que le buscó.

  Cuatro años después había muchas deudas por saldar de Kiev. La revancha de Salah le hizo salir con sangre en los ojos. Con el dominio de Thiago del partido, la posesión abrumadora del Liverpool, apareció el egipcio buscando saldar su deuda pendiente con la gloria. No contaba con Courtois de invitado inesperado. La mano abajo a los 16 minutos del belga salvó la primera. El inicio de una final inconmensurable.

  Demandaba a gritos el Real Madrid la aparición de Modric y Kroos ante el nerviosismo con balón de Casemiro. El croata retrasó metros para dar tranquilidad con su toque pero los duelos eran 'reds' y el equipo de Ancelotti largo, sin presencia ofensiva. Se amparó a la figura de Courtois, de nuevo decisivo a los 20 minutos con un paradón abajó a Mané que acabó repeliendo el poste. El Liverpool estaba desatado, el Madrid desconocido. Se protegió de la tormenta como pudo esperando la aparición de su líder, Benzema, que avisaba con una carrera fuera de su zona. Hacía falta una acción que metiera el miedo en el cuerpo al rival que seguía perdonando. Alexander-Arnold generando siempre peligro con sus centros, Salah perdonando de cabeza. La desarrollada capacidad de sufrimiento madridista quedaba demostrada con un portero que le salva de sus peores momentos. Desde ahí, siempre confiado en que escampará para exhibir su pegada.

 
  No pudo ser al borde del descanso con el tanto anulado a Benzema. Pero el mensaje estaba lanzado. No hay equipo en el mundo con mayor capacidad de resiliencia que el Madrid. Las lecciones de las eliminatorias debía repetirlas lejos del Bernabéu, sin su misticismo. Y fue cuando apareció la facilidad de Valverde para superar líneas enemigas, soltar un disparo a la nada y sacar oro de una de las claves del partido: la espalda de Arnold. Ahí aparecía Vinícius
para poner el broche de oro a su año más goleador. El golpe era difícil de asimilar para el Liverpool. Su superioridad en todas las facetas del juego había sido improductiva. Le tocaba arriesgar, recuperar su ritmo trepidante, agotar su físico castigado y dejar la opción del contragolpe a un especialista. 

  El plan de Ancelotti cambió. De necesitar a Rodrygo como plan B, encontró el premio con un equipo que creció cuando juntó líneas. Siempre salvado por Courtois que voló y sacó un guante firme al disparo colocado de Salah y le amargó la noche con una rápida reacción tras cabezazo de Jota que 'Mo' remataba cruzado. El sufrimiento estaba asegurado. La angustia ante un Liverpool con cuatro delanteros que jamás se rindió. Cada minuto era un paso más hacia la decimocuarta. En plena exhibición defensiva, dando todo en cada balón, achicando como pudo, siempre en manos de Courtois que sacaba el desvío de Jota al chut de Salah. El Liverpool terminaba cada jugada y el portero belga se convertía en el hombre de la final con otra mano a Salah. Benzema perdonó el gol de la coronación, y Ceballos la contra final. Ya daba igual, el último paso a una Liga de Campeones repleta de mérito, ya estaba dado. El Real Madrid es, de nuevo, campeón, y 'Rey de Europa'.




5 de mayo de 2022

'Si, si, si, nos vamos a Paris'

 

 Suerte, Magia, ADN, PSG, Chelsea o Manchester City. El Real Madrid volvió a protagonizar una remontada heroica, el equipo blanco parecía vencido pero revirtió el marcador sobre el final y venció al ManCity. En la ida había perdido 4-3, hoy se impuso 3-1 en el Bernabéu, tras ir a la prórroga. El 28 de mayo se medirá en la gran final de Paris al Liverpool.

 Fue un primer tiempo sin demasiadas emociones, mucho más pensado y ordenado que en el primer choque. Ambos equipos apostaron por la presión alta, se repartieron la tenencia de la pelota y tuvieron oportunidades claras frente al arco, pero no lograron concretarlas. Vinícius, Benzema y Kroos, de tiro libre, generaron sustos en la defensa británica. Mientras que Gabriel Jesus y Foden causaron el mismo efecto con sus remates desde la medialuna. La más clara fue para el equipo inglés a los 19 minutos, cuando De Bruyne habilito a Bernardo Silva, y éste, pese a tener una marca encima en el área, pudo perfilarse para su pierna derecha y desenfundar un disparo potente que obligó al portero belga a lucirse para enviar la pelota al córner.

  A diferencia del partido de ida en el que estuvo ausente, aquí se notó la presencia de Casemiro en la mitad de cancha del Real Madrid. El brasileño le dio equilibrio a su equipo y le permitió a Modric adelantarse varios metros y funcionar de enlace para no tener que depender de los retrocesos de Benzema, mucho más abocado al toque final que a la construcción. Por su parte, el MCity mostró aplomo defensivo, pero no pudo aprovechar la velocidad de Mahrez ni de Foden, quien incluso se enrocó por momentos con Gabriel Jesús en el centro del ataque. Aunque, con la serie a su favor, es evidente que el equipo visitante sabía que la obligación y la presión era de su rival.

 En el comienzo de la segunda parte, el equipo de Ancelotti avisó en la primera acción, tras mover del medio e iniciar una jugada preparada que le permitió, luego de un pase aéreo, entrar a Vinícius solo por el segundo palo para definir de zurda. Sin embargo, el brasileño falló en su remate por haber llegado forzado y dejó pasar una oportunidad demasiado clara. Ambos conjuntos parecían más preocupados por no equivocarse que por arriesgar. Así, el peligro se alejó de las áreas y se centró en el mediocampo. El técnico del Real Madrid metió entonces a la cancha a Rodrygo por Toni Kroos para intentar dar el golpe. Pero fue el MCity el que dio el paso adelante.

  Cuando restaban poco más de 15 minutos para el final, Bernardo Silva pudo recibir con espacios en la mitad de la cancha, con tiempo para pensar, y tres compañeros por delante, el portugués avanzó hasta llegar casi a la puerta del área, cuando soltó a su derecha para el ingreso a toda velocidad de Mahrez, quien definió de zurda al primer palo y estampó el 1-0. Con la ventaja, MCity se adueñó definitivamente de las acciones de juego e hizo figura a Courtois, que les paró el tiro a Cancelo y a Grealish. Mientras que el equipo blanco estaba visiblemente golpeado por el tanto recibido y parecía no tener reacción. Sin embargo, el Real Madrid volvió a convertirse en esa máquina de ganar que fue toda la competinción. En los escenarios más difíciles, como ante PSG y Chelsea en el Bernabéu, el equipo blanco apareció en el peor momento y en un minutos, a los 90 y a los 91, marcó dos goles Rodrygo para revertir el marcador y forzar la prorroga.

 En el primer tiempo extra, Camavinga, extraordinario el tiempo que estuvo sobre el cesped, tomó la pelota casi en su área y avanzó sin marcas hasta la puerta del área rival. Allí abrió para Rodrygo, quien llegó hasta el fondo y buscó en el medio a Benzema. El defensor Ruben Dias, en su afán por llegar primero a la pelota, derribó al francés y el árbitro pitó penalty. Karim se hizo cargo de la ejecución y con la cara interna de su pie derecho marcó el 3-1definitivo, y el pase a la final de Paris.