De nuevo Ramos, de nuevo el minuto 93', de nuevo una prórroga, y de nuevo un titulo europeo. El Real Madrid logró su tercera #SuperCopaDeEuropa tras derrotar en la prórroga al Sevilla
(3-2) en el Lerkendal Stadion de Trondheim (Noruega), conquistando el
primero de los cinco títulos por los que luchará esta temporada.
Bien pudo haberse llevado el triunfo el Sevilla, que fue mejor en noventa minutos contra un diezmado R.Madrid. Acarició la venganza de la derrota hace dos años en Cardiff (Gales) en la misma competición, pero, como en 2015 en Tiflis frente al Barcelona, cayó en la prórroga en un partido lleno de emoción disputado en Trondheim (Noruega). Tanto Zidane como Sampaoli sorprendieron de salida. El francés puso de inicio a Kovacic y Asensio y dejó en el banquillo a Benzema, el único miembro de la BBC disponible. El técnico argentino, en su debut oficial con el Sevilla, eligió a Kiyotake, Iborra y Vitolo y reservó a Konoplyanka, Kranevitter y Sarabia.
El R.Madrid pasó algún apuro. Porque el equipo de Zidane no se siente incómodo si lo dominan y puede salir al contraataque. Y porque pese a presentar un once poco reconocible, no le falta clase. La de Asensio, por ejemplo, que se entendió muy bien con Isco, Morata y Lucas Vázquez. A este último le dio un pase de la muerte al que no llegó por centímetros, pocos minutos antes de adelantar a su equipo con un gol de categoría. Agarró un balón suelto trás un saque de banda a veinte metros de la portería y sacó un remate colocado con la zurda que se fue al interior de la escuadra de Sergio Rico, que aunque hizo la estatua y creyó que iba fuera, no habría llegado de ninguna manera. El gol no cambió el desarrollo del partido. El R.Madrid amenazaba peligro cuando sus mejores hombres combinaban. El Sevilla mantenía el dominio, pero ahora empezaba a acercarse a puerta.
El "Mudo" Vázquez, notable en su debut con el Sevilla, tiró de picardía para aprovechar un control que se le había escapado a Vitolo dentro del área y sacar un remate ajustado con la zurda entre una maraña de jugadores, imposible para el portero blanco. Isco, en un cabezazo a centro de Lucas, pudo devolverle la ventaja al conjunto merengue, pero su remate forzado lo paró Rico. El R.Madrid salió más decidido tras el descanso. Y tuvo dos ocasiones buenas para hacer el segundo. Pareja, de tacón, sacó un centro de Lucas que Morata ya estaba listo para empujar a la red. Isco, en otra contra, mandó cerca del palo un disparo de lejos. Zidane sacaba al campo a Benzema y Modric. Sampaoli respondía con Konoplyanka por un casi anónimo Vietto y situando a Franco Vázquez, el mejor de su equipo en ataque, como falso punta. En una de las frecuentes subidas del Sevilla por la derecha, Vitolo, cambiado de banda, engañó con un regate seco a Ramos y forzó un penalti ejecutado con sutileza por el extremo ucraniano.
Reaccionó el R.Madrid, con James ya en el campo. Encerró al Sevilla por momentos con varios centros venenosos desde la línea de fondo. Pero un disparo de Carvajal fue su única ocasión clara. El equipo hispalense tocaba con personalidad, apoyado por los "olés" de su hinchada, pero cuando acariciaba el título, apareció Ramos para cabecear a puerta vacía un centro de Lucas Vázquez en la última jugada. Peor fue aún para el equipo de Sampaoli cuando Kolo vio su segunda amarilla, tres minutos después de la primera, al comienzo de una prórroga en la que el R.Madrid ya había arrancado mucho mejor. Ramos se pudo convertir en héroe con otro cabezazo, pero el árbitro anuló el gol y pitó falta por un agarrón que no pareció. La tuvo James tras un gran pase de Benzema, pero Rico achicó muy bien en la salida; al igual que luego en otro mano a mano a Lucas. Con uno menos y Pareja tocado, el Sevilla trataba de aguantar y tocar cuando podía, con Konoplyanka casi como único recurso en ataque, confiado en forzar al menos los penaltis. Pero a un minuto del final, el protagonista más inesperado, Carvajal, hizo un eslalon por la banda que culminó con un remate seco con el exterior, que selló la tercera #SuperCopaDeEuropa para su equipo.
Tenía ganada la final el Sevilla, y la dejó ir. Tenía la final igualada el Sevilla, y la dejó ir. Dos veces perdió la final el Sevilla, el nuevo Sevilla de Jorge Sampaoli, que se presentó en sociedad con una propuesta inacabada, digna en ataque, digna en creación, pero ñoña en defensa.
Bien pudo haberse llevado el triunfo el Sevilla, que fue mejor en noventa minutos contra un diezmado R.Madrid. Acarició la venganza de la derrota hace dos años en Cardiff (Gales) en la misma competición, pero, como en 2015 en Tiflis frente al Barcelona, cayó en la prórroga en un partido lleno de emoción disputado en Trondheim (Noruega). Tanto Zidane como Sampaoli sorprendieron de salida. El francés puso de inicio a Kovacic y Asensio y dejó en el banquillo a Benzema, el único miembro de la BBC disponible. El técnico argentino, en su debut oficial con el Sevilla, eligió a Kiyotake, Iborra y Vitolo y reservó a Konoplyanka, Kranevitter y Sarabia.
El R.Madrid pasó algún apuro. Porque el equipo de Zidane no se siente incómodo si lo dominan y puede salir al contraataque. Y porque pese a presentar un once poco reconocible, no le falta clase. La de Asensio, por ejemplo, que se entendió muy bien con Isco, Morata y Lucas Vázquez. A este último le dio un pase de la muerte al que no llegó por centímetros, pocos minutos antes de adelantar a su equipo con un gol de categoría. Agarró un balón suelto trás un saque de banda a veinte metros de la portería y sacó un remate colocado con la zurda que se fue al interior de la escuadra de Sergio Rico, que aunque hizo la estatua y creyó que iba fuera, no habría llegado de ninguna manera. El gol no cambió el desarrollo del partido. El R.Madrid amenazaba peligro cuando sus mejores hombres combinaban. El Sevilla mantenía el dominio, pero ahora empezaba a acercarse a puerta.
El "Mudo" Vázquez, notable en su debut con el Sevilla, tiró de picardía para aprovechar un control que se le había escapado a Vitolo dentro del área y sacar un remate ajustado con la zurda entre una maraña de jugadores, imposible para el portero blanco. Isco, en un cabezazo a centro de Lucas, pudo devolverle la ventaja al conjunto merengue, pero su remate forzado lo paró Rico. El R.Madrid salió más decidido tras el descanso. Y tuvo dos ocasiones buenas para hacer el segundo. Pareja, de tacón, sacó un centro de Lucas que Morata ya estaba listo para empujar a la red. Isco, en otra contra, mandó cerca del palo un disparo de lejos. Zidane sacaba al campo a Benzema y Modric. Sampaoli respondía con Konoplyanka por un casi anónimo Vietto y situando a Franco Vázquez, el mejor de su equipo en ataque, como falso punta. En una de las frecuentes subidas del Sevilla por la derecha, Vitolo, cambiado de banda, engañó con un regate seco a Ramos y forzó un penalti ejecutado con sutileza por el extremo ucraniano.
Reaccionó el R.Madrid, con James ya en el campo. Encerró al Sevilla por momentos con varios centros venenosos desde la línea de fondo. Pero un disparo de Carvajal fue su única ocasión clara. El equipo hispalense tocaba con personalidad, apoyado por los "olés" de su hinchada, pero cuando acariciaba el título, apareció Ramos para cabecear a puerta vacía un centro de Lucas Vázquez en la última jugada. Peor fue aún para el equipo de Sampaoli cuando Kolo vio su segunda amarilla, tres minutos después de la primera, al comienzo de una prórroga en la que el R.Madrid ya había arrancado mucho mejor. Ramos se pudo convertir en héroe con otro cabezazo, pero el árbitro anuló el gol y pitó falta por un agarrón que no pareció. La tuvo James tras un gran pase de Benzema, pero Rico achicó muy bien en la salida; al igual que luego en otro mano a mano a Lucas. Con uno menos y Pareja tocado, el Sevilla trataba de aguantar y tocar cuando podía, con Konoplyanka casi como único recurso en ataque, confiado en forzar al menos los penaltis. Pero a un minuto del final, el protagonista más inesperado, Carvajal, hizo un eslalon por la banda que culminó con un remate seco con el exterior, que selló la tercera #SuperCopaDeEuropa para su equipo.
Tenía ganada la final el Sevilla, y la dejó ir. Tenía la final igualada el Sevilla, y la dejó ir. Dos veces perdió la final el Sevilla, el nuevo Sevilla de Jorge Sampaoli, que se presentó en sociedad con una propuesta inacabada, digna en ataque, digna en creación, pero ñoña en defensa.