Un Real Madrid falto de frescura, ideas y tensión competitiva, sumó en Liga su tercera derrota consecutiva en casa ante el Atlético de Madrid. La historia se repite en un cambio de tendencia en los derbis madrileños. Otro recital rojiblanco en casa de su eterno enemigo, el mayor goce para su parroquia, provoca el fracaso del Real Madrid en Liga, con tres meses duros por delante de competición, y con la mente únicamente puesta en el 'milagro' de la 'undécima' Copa de Europa.
Este tipo de duelos fueron los que doctoraron a Simeone. Enfermizo estudioso del rival y experto en sacar el máximo rendimiento de sus jugadores. Zidane necesitaba mostrarlo. El derbi presentó el plan esperado, el orden y las líneas juntas rojiblancas desfiguraron el fútbol blanco de ataque. Se ponían a prueba las variantes del técnico madridista, obligado a inventar algo para salir de la trampa.
Intentó Zidane desequilibrar con una salida en tromba como suele hacer en el Bernabéu. Antes del primer minuto llegaba un intento de CR7. Era un espejismo. Hasta pasada la media hora no llegó el primer disparo a la puerta de Oblak y fue a balón parado, con el portugués reventando el esférico pero su lanzamiento centrado a los puños del meta esloveno.
Se le pedía a Zidane que inventase algo y lo hizo al descanso. Benzema no estaba a tope, recién recuperado de sus molestias en la cadera. Saltaba por los aires el orden jerárquíco, y no entraba Jesé. El elegido era Borja Mayoral, la actual perla de la cantera. Un nueve con gol y clase que dejaría máxima entrega en cada acción, que no fue suficiente.
El partido moría con el Atlético defendiéndose, sufriendo lo justo ante un nuevo remate de CR7 y un disparo cruzado de Danilo. Faltaban variantes, fe y fútbol en los madridistas para cambiar un resultado que marca la temporada. Fin del curso liguero a las primeras de cambio, como ocurrió en Copa, con la 'Cherygota' de Cádiz.
El Madrid vive hacia atrás y devora sus mitos. Su ritmo de autodestrucción es ya nivel Amy Winehouse y se impone un ingreso en la López Ibor del fútbol, porque además esto no es nuevo. Esto es Florentinismo 2.0, y ya tuvimos un Florentinismo 1.0 que degeneró en lo mismo. El Madrid hace, hay que repetirlo, un fútbol de exhibición, de All Star, de globetrotter. Ha de volver al fútbol, al fútbol puro. Los enamorados serios de este deporte no podemos ser de este Madrid. El Madrid no tiene sello, es un tiro al aire, se trate de Benítez o de Zidane, que ha perdido gancho en dos meses. Del derbi, todo el Madrid salió muy sonado, técnico, equipo y presidente. La gente ya no traga tantos vaivenes y así se lo hizo saber a Florentino Pérez.
Ahora de quién es la culpa? de Mourinho?, de Casillas?, de Benitez?, de los jugadores?, o del que gritan: